Pasar por el túnel para acceder a los andenes del Ferrocarril General Roca o a las calles Lavalle y Presidente Perón del corazón de Florencio Varela, es toparse diariamente con la triste postal de un señor en situación de calle. Se trata de Humberto Orellano, tiene 64 años, a quien lo acompaña una joven mujer y un perrito. Duerme a la intemperie en la estación del tren. Tiene una cama improvisada que armó con un colchón viejo y algunas frazadas. Cuando comienza a oscurecer y a sentirse el frió en los huesos, se ve cómo se van quedando solos en la ciudad con sus calles vacías. Se escucha de fondo la tos que no para de Humberto y de la joven mujer.
Un lugar donde no se vive por elección sino que es la última opción para sobrevivir. Es gente que no tiene nada, lo ha perdido todo y no encuentran una salida.
Sabemos que el frío castiga sin reparo a los que menos tienen. Es difícil imaginar cómo sobrevivé esta gente y pasan sus días y noches de invierno. Y nos preguntamos, qué pasó para que una persona termine viviendo en la calle. Con lo mínimo material, solo lo que tiene puesto y quizás sin vínculos afectivos.
La Colmena llegó hasta ellos para encontrar una respuesta del porqué viven en esta situación tan dramática desde hace años, pero a Humberto ni a la mujer no le gustan las fotos ni tampoco hablar. No fue bienvenida.
Sin embargo, La Colmena pudo averiguar algunos aspectos de la vida de Humberto, quién desde que “murió su madre, y unas personas se habrían quedado con su casa que tenía en el barrio San Nicolás, cercana a las calles Sudamérica y EE.UU en Florencio Varela. Orellano vivió por un tiempo en un refugió en la localidad de Zeballos, pero como le robaron, se fue del lugar. Prefirió seguir viviendo “debajo del Tunel”, nos contó un joven empleado de un comercio cercano. Además agregó que “para ir al baño debe pagarle a un bar de alrededores de la estación.
Y expresó que “el municipio le lleva la comida. Lo asiste todos los días y que muchas personas le dan algo de dinero, un poco de mercadería y ropas o mantas para que subsista. Pero, aclaró que no tiene un plan social”.
Una imagen que no escapa a la triste realidad que se vive hoy en todo el país, donde el crecimiento de la indigencia es exponencial sobretodo en el conurbano, golpeado por la crisis económica.