El sábado 11 de setiembre al cumplirse un mes de la muerte de Milagros Paola Saavedra, de 18 años, quien recibió un tiro en la espalda cuando cenaba con su familia en su casa y la alcanzaron las balas de un tiroteo infernal. Los familiares, amigos y vecinos piden justicia y que se termine la venta de droga en Florencio Varela.

La plaza del barrio San Rudecindo fue el escenario de los reclamos vecinales. Allí durante un homenaje a Milagros se descubrió una placa realizada por integrantes del Centro Cultural “El Laberinto”, entidad barrial de participación comunitaria.

El dolor y la bronca de Carlos y Roxana Saavedra , padres de Milagros, a 1 mes del sangriento hecho ocurrido en San Rudecindo, piden que no quede impune. Los padres que al igual que a su hija murieron junto con ella porque las balas lograron atravesarles el alma, dejándolos muertos en vida, el mismo instante en que uno de sus grandes amores, dejara de respirar para siempre.

A un mes del tiroteo entre bandas narco que dejó 3 muertos, a la vera del arroyo Las Conchitas en Florencio Varela, solo fue detenido un sospechoso señalado como uno de los integrantes de la banda “Los Paisa”.

En la oportunidad el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni llegó al barrio y dejó en claro su descontento ante el accionar de los jueces en las causas policiales que se desatan en la provincia de Buenos Aires, arremetiendo así contra la Justica: “No sabemos si son vagos o complicases”, con los narcos, dijo ante la prensa, dado que habían demorado ordenes de allanamientos y si ellas se hubiesen librado a tiempo el triple crimen no se hubiese generado, pues «Los Paisas» estarían presos”….

La Colmena fue hasta el barrio San Rudecindo, el sábado  a las 14 horas, tal cual señalaron los familiares , quienes manifestaron que se concentrarían en la plaza del barrio para descubrir una placa en homenaje a Milagros y luego marcharían a la comisaría 4ta.para pedir respuesta. También en la semana organizarían una movilización hasta las puertas de la Fiscalía descentralizada para pedir Justicia..
En la oportunidad se dirige a los familiares un subcomisario a cargo de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (U.T.O.I.) que plantara Berni en el barrio y que fuera creada por el gobierno de Vidal. Con esa unidad Berni registra particulares operativos en video y los sube a las redes. Da la imagen que con su operatividad puede darle pelea al delito organizado.
La Justicia otorgó los allanamientos requeridos pero a un mes, no hay detenidos y todo sigue como antes, pues los vecinos ya vieron que la venta de drogas se corrió 10 cuadras hacia la Ruta 36. Los vecinos lo saben y están indignados, los investigadores no están enterados. ¿Nadie ve nada?. De Berni nunca más se supo nada. Es un Desaparecido en Acción. Un fantasma. Y por más que los vecinos lo digan a los cuatro vientos no hay policía que se interese por conocer detalles.
El policía de la UTOI se pone a disposición de Saavedra y pregunta por el acto. Saavedra manifestó su deseo de marchar a la comisaría porque en este mes nadie se acercó a darle un dato de como está la investigación para atrapara a quienes le mataron la hija. Berni no apareció más por el barrio. La Justicia de Varela no está para llamar a familiares de las víctimas. El área municipal de acampamiento hizo lo suyo, solo en la primera semana. Hasta Saavedra y su hijo le dieron un trabajo en la Municipalidad, pero renunciaron por los sueldos no se adaptaban a las muchas horas, y se inclinaron por seguir con sus trabajos independientes. A los minutos raudamente llegó un patrullero y acompañado por su secretario, el Comisario Inspector Argarañaz, interventor de la Comisaría 4ta. El alto jefe se adelantó a los hechos. Antes de tener “ruido” con una marcha a la comisaria, se acerco al lugar de la convocatoria para neutralizarla. «Yo digo que los policías que estaban en la 4ta de Bosques son unos hijos de mil p…» disparó Saavedra y agregó. «Ellos sabían lo que estaban haciendo los narcos en el barrio y ahora me entero que el comisario estaría en Morón. ¿Va a pasar allá lo mismo que pasó con Milagros?»
Un policía de civil que estaba con el jefe de la UTOI intervino para afirmar que no hay detenidos en la comisaría porque no hay presos por la causa. Argarañaz informó que la UFI 6 y el Juzgado de Garantías 8 están al frente de la causa y la DDI de Quilmes de la investigación. Más adelante relevó que se hicieron allanamientos pero «estamos en la pesquisa de los autores y con relación al personal, no está más. Fueron trasladados», dijo el comisario inspector. Los vecinos preguntaron si fueron trasladados a otros puestos y el policía de civil, defensor de la gestión de Berni, pues asi lo hizo saber, aseguró que los tres desplazados (Comisario Roberto Correa, Mayor Walter Iglesias y Oficial Subayudante Diego Benitez) no estaban trabajando.. Correa tiene destino en Dolores, Iglesias en Mar del Plata y Benitez en Chascomús. Varela Al Día tenía la información y las pruebas que así lo certificaron.
La policía no estaba diciendo la verdad y eso resta toda credibilidad. Se generó una áspera discusión. Argarañaz admitió ante la información. «Fueron trasladados y están trabajando. No es competencia mía. Yo vine a Varela desde Avellaneda y solo me remito al trabajo en la comisaría»

Los padres de Milagros reclamaron que la justicia avance sobre los policías. «Nosotros perdimos a una hija por culpa de la protección a los narcos y ellos no pierden ni el trabajo», dijo Roxana, mamá de Milagros. Los vecinos denunciaron que los narcos están entre San Rudecindo y las viviendas de Las Margaritas. Carlos Saavedra tuvo un pico de indignación descontrolada y le dijo a Argarañaz «Si en 5 meses no esclarecen el crimen de mi hija, yo voy a salir a buscar esos policías y los mató a tiros. ¿Tengo que hacer eso yo?». Argarañaz no sabía como arreglar las cosas. Trató de defender a su compañero de civil pero ya era tarde: la mentira estaba lanzada.
«El comisario de la cuarta (Correa) vino a mi casa cuando Milagros estaba tirada muerta en el piso y no quiso entrar. Agarró el coche y se fue. El y todos los que los acompañaban y cuando se iban uno le dijo a una nena, pendeja de mierda metete adentro» relató Saavedra.

A un mes del triple crimen narco que conmocionó al país todo sigue igual. La situación deja en evidencia una cuestión de fondo: que el narcotráfico está fuertemente instalado en la zona, la mitad de las familias del barrio San Rudecindo sabe donde se vende la droga, pero el Estado está ausente. ¿Nadie ve nada?
H.D