Los ex combatientes de la iglesia impulsaron la repatriación.
Efectivos de fuerzas armadas, agentes de seguridad, veteranos de guerra y autoridades eclesiásticas recibieron con honores a la imagen de la santa patrona de la Argentina -repatriada desde Gran Bretaña tras cobijar a los soldados que defiendieron la soberanía nacional durante el conflicto bélico del Atlántico Sur- en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
La imagen protagonizó una procesión por diferentes sitios desde su llegada a suelo argentino treinta y siete años después de su partida. A través del Centro de Veteranos de Guerra “Héroes de Malvinas de Florencio Varela”, quien tuvo una participación central en la repatriación. El itinerario incluyó dos paradas en nuestro distrito.

La primera fue en el Monumento a los Caídos en Combate, ubicado sobre la intersección entre la Ruta Provincial N° 36 y la calle Granadero Baigorria en el Cruce Varela, donde el Padre Miguel Hrymacz brindó un responso el miércoles 6 de noviembre a las 20 horas.
Posteriormente, hubo una vigilia, charlas más la pertinente misa central en la Parroquia “Medalla Milagrosa” -situada en Avenida Senzabello N°320 entre Tinogasta e Islas Orcadas del Sur- el jueves 7 de noviembre a las 18 horas.
Estuvo hasta el jueves a la noche en la Parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa. Fue uno de los pocos lugares por donde pasó la Virgen antes de su recorrida por toda la Argentina, que arrancará el domingo 10 desde la Basílica de Luján.
El mandatario comunal -Andrés Watson- calificó de interés municipal tanto la repatriación de la Virgen de Luján que permanecía en una iglesia británica tras la Guerra en las Islas Malvinas desde abril hasta junio de 1982 como su estadía en Florencio Varela.

Sin dudas, un reencuentro emocionante con un símbolo de fidelidad, devoción y fe para explorar desde una visión diferente un hito en la historia argentina, debido a que sus exequias aún interpelan a la sociedad.

La historia

Las tropas argentinas desembarcan en las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982 para ejercer la defensa de la soberanía nacional sobre el territorio durante el conflicto bélico del Atlántico Sur.

Siete días después, el capellán de la Fuerza Área albiceleste -Monseñor Roque Puyelli- llega al archipiélago con una imagen de la Virgen de Luján que permanece durante un tiempo en la Base Militar y luego es trasladada a la Parroquia “Saint Mary”.

El 8 de mayo de 1982, los soldados comparten una ceremonia religiosa donde rinden tributo a la Santa Patrona de nuestro país y conmemoran su día. Tras la mencionada jornada, pierden su rastro sin quedar registros.

A mediados de 2018, un dirigente laico que ofrece retiros espirituales para veteranos de guerra y familiares en la Diócesis de Quilmes lee un reportaje a un médico militar inglés donde encuentra datos sobre la ubicación de la Virgen: reside en la Catedral Castrense de Aldershot, en memoria de todos los fallecidos durante el enfrentamiento armado.

Inmediatamente, inician los trámites pertinentes para solicitar su restitución. Asisten a reuniones en Roma, donde reciben el respaldo y la bendición del Papa Francisco para emprender una misión que culminó exitosamente cuando la Virgen arribó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza .