Dirigentes históricos y actuales de la UCR del Gran Buenos Aires se reunieron en un acto cargado de simbolismo para conmemorar la vuelta a la democracia de 1983, encabezada por Raúl Alfonsín. Representantes del comité de Florencio Varela se hicieron presentes.

El radicalismo del Gran Buenos Aires conmemoró anoche los 42 años ininterrumpidos de democracia, en un emotivo encuentro que sirvió como reafirmación del legado de Raúl Alfonsín y como plataforma para un mensaje de unidad interna de cara al futuro.
El acto tuvo lugar en el histórico restaurante Lalín, un reducto emblemático para la política radical, y convocó a figuras representativas de distintas vertientes del partido.

Entre los principales asistentes estuvieron Daniel Salvador, ex vicegobernador de la provincia de Buenos Aires; el senador nacional Maxi Abad; y Gustavo Posse, ex intendente de San Isidro. Junto a ellos, participaron numerosos legisladores provinciales y nacionales, además de referentes territoriales de toda la región metropolitana.

Representantes del Comité de la UCR local.
Vocación de poder y compromiso con el legado
El tono central del encuentro se enfocó en la necesidad de fortalecer la unidad partidaria como pilar fundamental para el futuro del centenario partido. Los oradores recordaron el valor fundacional de la asunción de Alfonsín en 1983, que marcó el fin de la dictadura militar.
La consigna que dominó la celebración fue el compromiso de «mirar hacia el futuro con la misma vocación de poder que guió a Raúl Alfonsín». Con esta frase, los dirigentes instaron a renovar la convicción de la UCR para ser una fuerza central en la escena política nacional, honrando los valores democráticos que el propio radicalismo ayudó a reinstaurar.
El encuentro, además de su significado histórico, funcionó como un espacio de articulación política para los referentes del Gran Buenos Aires, reforzando los lazos en un momento clave para el reordenamiento interno del radicalismo.





























