El peronismo bonaerense busca la unidad, pero la desconfianza es total. Kicillof tiene un “plan B” y usarán “apoderados cruzados” para evitar traiciones.
Con la mira puesta en las elecciones provinciales, el peronismo bonaerense avanza en un acuerdo por “conveniencia” que buscará plantarse ante el frente libertario de Javier Milei. Mientras tanto, las distintas tribus del PJ apuran definiciones de cara al cierre de listas del 19 de julio.
En medio de un fuerte hermetismo, el PJ de PBA que conduce Máximo Kirchner; el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que se referencia en la figura del gobernador Axel Kicillof y el Frente Renovador (FR) que encabeza Sergio Massa ultiman detalles para concretar mañana un acuerdo que responda a las demandas del electorado del distrito.
La última reunión de ese tridente político se llevó a cabo hoy por la noche en la sede de la Gobernación, en la continuidad de las reuniones que los referentes del peronismo vienen manteniendo desde marzo pasado para alcanzar un acuerdo electoral de cara a los comicios del 7 de septiembre.
Esa pulseada tuvo su máximo pico de tensión entre el kirchnerismo y el kicillofismo con la disputa por el calendario electoral de la provincia: el cristinismo duro creía -y aún cree- que el desacople de los comicios provinciales de los nacionales que impulsó el gobernador es un error.
En el kirchnerismo subsiste el rencor por haber perdido esa pelea con Kicillof y eso funciona como un escollo que no permite avanzar en la consolidación de un frente sin fisuras porque desde ese sector no pierden oportunidad para volver sobre el punto de conflicto.
Dentro de este panorama electoral también juega la condena contra la ex presidenta Cristina Kirchner por la causa Vialidad: la prisión domiciliaria e inhabilitación para ejercer cargos públicos de la ex mandataria fue otro elemento disruptivo en la puja interna porque volvió a poner la figura de la ex mandataria en el centro de la escena en plena campaña por las legislativas de provincia.

La condena contra Cristina Kirchner cambió el balance de poder en el peronismo.
La prisión de la titular del PJ cambió el escenario político: empoderó al tándem Máximo Kirchner-Sergio Massa y redujo las acciones de Kicillof en el frente opositor.
Tras el lanzamiento de su propia fuerza política, el gobernador empezaba a posicionarse dentro del espacio opositor, pero el fallo de la Corte Suprema por Vialidad fue un punto inflexión que seguramente determinará gran parte de lo que suceda mañana y dentro de 10 días.
En este escenario crece la desconfianza y en el MDF ya adelantaron que tiene en carpeta llegar al 19 de julio con una “segunda escudería” lista, por si La Cámpora o el Frente Renovador deciden romper los acuerdos.
Además, las sospechas de traiciones de último momento llevarán al PJ bonaerense a implementar “apoderados cruzados” entre los distintos espacios para garantizar controles internos y evitar maniobras en la presentación de listas.
Según indicaron a la Agencia Noticias Argentinas fuentes cercanas a uno de los integrantes del triángulo del peronismo bonaerense, las tratativas más complejas entre los diferentes actores del frente se dará en el “cierre municipal”, ya que ven “menos problemático” el armado nacional y provincial.
“Hay que ser generosos y garantizar el respeto de las minorías. Todas tienen que ser listas consensuadas con integración de todos los sectores”, remarcaron a esta agencia fuentes partidarias.
De no mediar ningún cambio, el peronismo va camino a firmar una alianza precaria, apremiado por la necesidad electoral, aunque la mayor pulseada se producirá en los días previos al cierre de listas, donde el tridente justicialista, junto a los intendentes del conurbano, tendrán que construir una alquimia que deje conformes a todos.