Se hará en el hospital público local. El violador sería la pareja de su madre. El repudiable hecho ocurrió en una vivienda de Ingeniero Allan, en Florencio Varela.
La Justicia activó el protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) para una niña de 11 años que fue violada por la pareja de su madre en una vivienda de Florencio Varela, el cual fue aprobado por familiares de la víctima, representantes legales y profesionales médicos, mientras investigan si hubo negligencia por parte de sus tutores respecto a los repudiables hechos o realmente no estaban al tanto.
El repudiable hecho salió a la luz la semana pasada y por el caso hay un hombre de 23 años implicado, acusado de ser quien perpetró los reiterados abusos que dejaron lamentables consecuencias. En tanto, los investigadores trabajan en respaldo con los doctores para saber qué fue lo que sucedió y constatar el estado de ella, que permanece con atención psicológica por el estado de shock que atraviesa.
Ocurrió en una casa, situada en Ingeniero Allan, en los momentos en los que quedaban en soledad con el hombre. Este mantenía una relación sentimental con la madre y convivía en el mismo domicilio. Primero generó la confianza y luego abusó sexualmente en reiteradas ocasiones. Sin embargo, hace un mes la historia se volvió aún más oscura cuando la propia nena se hizo un test de embarazo y le dio positivo.
Sus familiares se enteraron y llevaron el caso a las autoridades de la Comisaría de la Mujer y la Familia. Tras eso, pusieron a la niña, de tan solo 11 años, en manos de los médicos y la trasladaron al Hospital Mi Pueblo de nuestro distrito, donde le realizaron análisis de sangre y ecografías para tener precisiones y constatar el embarazo. Trabajaron en conjunto los profesionales del Cuerpo Médico de la Provincia de Buenos Aires. En consecuencia, quedó internada a la espera de los resultados.
Finalmente, estos aprobaron el protocolo de ILE, el cual le permite abortar el feto a la pequeña en cualquier semana de gestación. El mismo tuvo la autorización de los familiares de la víctima, representantes legales y especialistas.
La Fiscalía que lleva la causa investiga si los padres de la niña estaban o no al tanto de lo que estaba sucediendo, o si hubo manipulación por parte del abusador. Lo cierto es que se generó un clima de confianza y se normalizaron estas conductas que, a través de amenazas, privaron a la víctima de poder confesar lo que estaba sucediendo.