FEMICIDIO EN BOSQUES. Por el hecho hay un detenido que les dijo a los policías que se mandó «un moco» y que no sabía porque lo hizo.
Una joven de 22 años y su hijo de 4 fueron asesinados en una vivienda de Bosques, en Florencio Varela. Por el doble crimen aprehendieron a un sospechoso.
Las víctimas fueron identificadas como Camila Nahir Acosta y Nehuen Valentín, cuyos cuerpos fueron encontrados anoche en una vivienda, ubicada en la calle Lobos al 2860. Además, un bebé de 7 meses que era de la joven mujer estaba apuñalado y está internado en grave estado en el hospital Mi Pueblo..
Según informó Télam, el hallazgo ocurrió alrededor de las 22 luego de que familiares de la joven fueron a la casa debido a que no respondía a los llamados. Al ingresar al lugar, uno de los familiares vio la presencia del cuerpo de Acosta y de su hijo de 4 años.
Además, un bebé de la víctima estaba llorando y tenía una herida de arma blanca en el pecho, por lo que fue trasladado de urgencia en un auto particular al nosocomio local, donde esta tarde estaba en terapia intensiva.
Un detenido
Personal de la comisaría 4ta. de Florencio Varela arribó al lugar y comenzó a investigar lo sucedido en busca de testigos. El médico legista que revisó los cadáveres estableció que ambos tenían signos de ahorcamiento, añadieron las fuentes. La mujer estaba sin prendas de vestir con signos de abuso.
La fiscal Vanesa Maiola, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 descentralizada en Florencio Varela, Departamento Judicial Quilmes, dispuso que esta tarde se realicen las autopsias correspondientes para determinar fehacientemente la causa y la data de los decesos.
Al respecto, los investigadores se entrevistaron con los vecinos y familiares de Acosta y señalaron a un sospechoso. Con esos datos, personal policial aprehendió a un joven, llamado Aníbal Mansilla (29), tras un allanamiento en el complejo de viviendas de monoblocks conocido como barrio Pepsi, en Florencio Varela.
Los voceros aseguraron que el joven les dijo a los policías que se mandó «un moco» y que no sabía porque lo hizo. La funcionaria judicial procuraba confirmar si el acusado tenía una relación sentimental con la víctima o si solamente eran conocidos, dijeron las fuentes policiales..