Tras finalizar las elecciones 2023, el espacio público debería volver a mostrarse en “condiciones” y la cartelería de propaganda política que se vio en abundancia en los últimos meses, deben desaparecer, al menos hasta la próxima cita electoral ya que pasan a ser basura.
Quién realizará los trabajos de limpieza de los carteles que se colocaron durante la campaña electoral para dejar nuestra “ciudad limpia”, ya que muchos de ellos se caen de los postes o se despegan de las paredes y terminan los desperdicios de papelería quedando tirados en la veredas. Los vecinos ya cumplimos con nuestro deber cívico.
Quién comenzará con el “operativo limpieza” también para tapar las pintadas de campaña del espacio público, ante el estado de enchastre que tiene el distrito.

Cabe destacar, que sería de suma importancia tras un acto electoral ya que estos carteles terminan convirtiéndose en basura y no hacen otra cosa que contaminar la localidad, y otros quedan como ya se observó por mucho tiempo pegados en postes de luz, paradas de colectivos, árboles o en superficies altas dándole una triste imagen a Florencio Varela.
Quién impulsará una acción de limpieza en sectores donde grupos de militantes realizaron pintadas y pegatinas partidarias de los diferentes candidatos, para ocupar cargos con cara sonriente y de hacer amigos, no solo del oficialismo, sino de todos los partidos que participaron en la contienda electoral.

¿En Florencio Varela no hay gente desocupada de los planes sociales suficientes para realizar estos trabajos, ya que todos los meses pasan por la ventanilla del Estado a buscar los cheques en subsidios?
Dar el ejemplo implica también accionar sobre cada una de las manifestaciones que atentan con la limpieza y ordenamiento visual de Florencio Varela que tanto decimos cuidar.