Fotos. enviadas por los vecinos de la Zona Roja: Camino Gral Belgrano, Luis Braile y Galarza, Cruce Varela.

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Los vecinos están cansados con el ofrecimiento nocturno de sexo al paso de las chicas trans.
Familias de las calles Camino General Belgrano, Luis Braile y Bombero Galarza de El Cruce Varela denuncian la generación de escándalos de travestis desde hace décadas.
Desde que comienza a caer el sol hasta las madrugadas de todos los días. Esta situación altera a los vecinos, que se quejan ya que muchas travestis atienden a sus clientes dentro de los vehículos estacionados a pocos metros de las casas”, dijeron a La Colmena los vecinos.
Asimismo, comentaron a este medio que “Las travestis, entre peleas, gritos y golpes, y sí le hacés algún reclamo atentan contra nuestras viviendas, tirándoles piedras y hasta golpeando los frentes. Dijeron a La Colmena que reiterativamente presentaron notas ante las autoridades correspondientes, pero que no tienen respuestas. Aseguraron los residentes en esa zona que no tienen paz.

Vecinos de las calles Camino General Belgrano, Luis Braile y Bombero Galarza lo que se conoce como «zona roja», piden seguridad y un lugar alejado de sus viviendas destinado a que mujeres trans puedan ejercer la prostitución. Que hagan lo que quieran para ganarse la vida, pero que respeten a los vecinos. Que nos dejen vivir en paz.
Se trata de una problemática que data de hace muchos años, y, pese a esto, ninguna autoridad pudo solucionarla. Tampoco se proponen fuentes genuinas de trabajo e inclusión para las mujeres trans.
Los vecinos aseguraron que las trabajadoras sexuales se ven todos los días cuando cae el sol en las calles Y empiezan aparecer personas semidesnudas, otras con un hilo dental entre las nalgas, ofreciendo sexo en el horario en que los chicos están saliendo de la escuela y la gente regresa del trabajo. Los vecinos debemos soportar que nos digan cosas fuera de lugar como “entrégame el nene, cuando pasan las mamás con sus hijos”. No tienen respeto. Las chicas trans. Ganan cada vez más terreno. Lamentablemente también aumenta la violencia porque se disputan los lugares. Se tiran piedras, se pelean, gritan”.
“Lo peor es sobre la calle Bombero Galarza no tenemos paz y Camino General Belgrano, ahí es un desastre. Todas las noches de 19:00 hasta las siete de la mañana. Una zona que es caótica”.
Otro vecino, agregó que: “Las travestis a la noche hacen desfile. Las motos circulan e intercambian con ellas “sustancias” y la policía no puede hacer nada. Ya no es solo la oferta sexual y tener que soportar pasearse desnudos por la calle, sino además ¿Están vendiendo droga?.. Ya estamos cansados de hacer las denuncias en la comisaría 3ra. y la respuesta de siempre es la misma que, tienen las manos atadas . Los corren y cambian de vereda. Es un escándalo. No tenemos paz ni un día”, dijeron los habitantes.
A la mañana, los vecinos encuentran en las veredas de sus casas heces, botellas rotas, preservativos y otros residuos que no hacen más que aumentar su indignación. O sea, hay sectores que lo usan de baño.
La mayor preocupación de varios vecinos, es que «nadie hace nada. Yo no tengo nada contra ellas, que hagan lo que quieran con su cuerpo, pero en otro lugar. Los observó por la mirilla, porque les tengo miedo. Se visten es forma escandalosa”, dijo otra mujer que no quiere dar su nombre ni por casualidad.
Seguridad municipal tampoco interviene y los vecinos tienen que soportar en la vereda de sus domicilios el sexo al paso e exhibiciones obscenas, según contaron a La Colmena los hartos vecinos del Cruce Varela.
Y esta situación no es de ahora, sino de años. Y por lo visto, las travestis tomaron las calles mencionadas de los barrios Altamira y San Emilio que ya no les pertenece a los vecinos. Caminar libremente por esta zona por las noches, es un imposible.
Agregó que son muchos los «clientes» que rondan por la zona. «Si no vinieran, no habría prostitución», dijo.
«Hay sectores que usan como baño, sobre todo en las esquinas, y muchas cosas más. Algunos vecinos tenemos que recurrir a pastillas para poder dormir por las noches porque los gritos, los bocinazos y la música a todo volumen, no nos dejan descansar», sostuvo.

«La realidad es que ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto”, repiten una y otra vez los vecinos.