Gran cantidad de niños y adolescentes piden limosna a la vera de la ruta nacional 12 en la ciudad de Puerto Rico, Misiones. Nenes entre 3 a 15 años la mayoría descalzos en extrema pobreza, se los ve solos, expuestos al frío y a los muchos peligros que significa estar en la calle. Los pibes se aproximan a los vehículos que pasan por la ruta y algunos conductores le dan dinero, pero ellos dicen que prefieren comida. Tienen hambre.
Ellos toman cierta distancia de los automovilistas, son desconfiados y reacios a hablar. No les gustan las preguntas. Varios piden ayuda instalando pequeños puestos de plantas, otros de naranjas o canastas que venden.
Esta dramática situación no es una problemática reciente. “Siempre sucedió, pero quizá no estaba tan expuesta. Hay muchas dificultades, y las herramientas y las posibilidades que tenían las generaciones pasadas ya no son las mismas.
Una realidad que duele.