“Gracias a Pereyra estás acá, estudiaste y te sacó el hambre” le recriminó un hombre a la precandidata a intendente Florencia Casamiquela, recordándole el inicio, en el año 2003, de su militancia junto al ex intendente Pereyra, cuando recorría el barrio El Molino en Florencio Varela. Iba acompañada por la concejal Marcela Ochs y por un grupo de personas del espacio político JUNTOS, del sector de Rodríguez Larreta.
La abogada Casamiquela le retrucó, fuera de sí: “Tómatelas”. Mientras otra mujer también la increpó de mala manera: “Te voy a felicitar sí nos asfaltas en el barrio. Te veo después de las elecciones, mamita”. No se ven en las imágenes, llamativamente los rostros de las personas que descalificaron a la ex dirigente peronista que integró la fórmula para senadora nacional en 2017 junto a Florencio Randazzo.
Uno de los protagonistas del escrache, es el mismo que en septiembre del 2018 increpó al ex presidente de la Nación Mauricio Macri cuando llegó en una visita oficial hasta el mismo barrio, El Molino. En ese marco Walter Omar Diaz, recientemente galardonado con una Mención Especial en los Premios San Juan Bautista 2023 por su labor comunitaria y social, vaya paradoja, le reclamó por la situación social “acá estamos todos cagados de hambre”, a lo que Macri lo miró, no le respondió y se subió a su auto.
El hecho desafortunado se hizo viral y el protagonista, Walter Omar “Santiagueño” Diaz, un reconocido militante kirchnerista de la barriada que integra una agrupación “Vecinos del Barrio el Molino en lucha” que realiza trabajos de asistencia social en la barriada, hasta relató el hecho en la TV nacional.
Los escraches no llevan a nada, son un mal procedimiento político que debería erradicarse definitivamente en nuestro país. Podemos disentir, pero con respeto. Nadie es dueño del barrio El Molino. Florencia Casamiquela como cualquier otra persona política tiene derecho a circular libremente por las calles de Florencio Varela.