El mandatario comunal -Andrés Watson- y el ministro de Cultura de la Nación -Tristán Bauer- habilitaron el segundo piso del establecimiento situado en calle Mitre Nº149, oportunidad en la cual el Alcalde anunció el proyecto “para tener el primer teatro en Florencio Varela”.
El titular en el Ejecutivo local recordó “un recorrido inicial en una institución en obra que ampliamos con recurso propio con el objetivo de remodelar planta baja y un piso. Pero, para continuar, precisábamos del apoyo a fin de culminarla”. “El respaldo de Tristán fue indispensable para terminar otro sector más arriba junto al ascensor”, sumó.
“Clave estos ámbitos de contención donde aprender y estudiar. Brindarles las herramientas a los varelenses para perfeccionar sus talentos o habilidades”, sentenció el jefe comunal quien definió “una sintonía tanto de criterio como de acción entre los tres estamentos gubernamentales para progresar”.
De igual modo, Bauer comparó un monitoreo conjunto “cuando estaba en plena edificación; ahora, verla concluida, con músicos, músicas, pinturas, llena de vida, fue grandioso”. En ese contexto, expresó “solo palabras de elogio, admiración, cariño al Intendente, ejemplar en cómo desarrolló la tarea cultural en el Municipio”.
Durante la apertura formal de cada área, el integrante en el gabinete presidencial habló de “sembrar para luego crecer”. Describió a la formación artística como “fundamental para la sociedad humana, en cada uno de nuestros barrios. Al finalizar, coincidió en sostener el trabajo mancomunado entre Nación, Provincia y Comuna.
Estuvieron presentes funcionarios locales, concejales, consejeros escolares, entre otros.
Nuevo teatro para Florencio Varela
El intendente reveló la posibilidad de extender la capacidad del inmueble “con una sala de 218 butacas en este mismo edificio: era un compromiso, planificamos la idea y lo presentamos ante la Provincia”. Estipuló “la firma del convenio, licitación y avanzar con la construcción de la misma”.
Creación y aprendizaje
Andrés Watson y Tristán Bauer contemplaron piezas artísticas tanto de orquestas como bailarines o bailarinas en el Salón “Cordo”. Más tarde, verificaron la dinámica del lugar hasta arribar al flamante segundo piso conformado por dos aulas-taller destinadas a la orquesta escuela de arpas como a la escuela de cumbia.
Allí, conversaron con docentes de ambas disciplinas. Tras una pequeña performance con el instrumento de cuerda como protagonista, Catalina y Karina Núñez narraron su experiencia. La primera de las chicas remarcó: “Un orgullo para mí porque, desde chiquitas, tocábamos juntas. Acá pudimos enseñarlo. Un privilegio enorme”. Su hermana calificó como “una bendición contar con este recinto gratuito para expresarnos y tener la chance de elegir”.