Según lo informó, la Policía Federal Argentina desarticuló una banda delictiva dedicada a la venta ilegal de medicamentos, luego de un allanamiento llevado a cabo en un local que simulaba ser una farmacia, ubicada en la calle Malambo al 800, en el Kilometro 26, Florencio Varela.

(Parte de prensa) Las tareas de investigación, llevadas a cabo por agentes federales de la División Delitos Contra la Salud Pública, permitieron identificar una organización delictiva que almacenaba y comercializaba medicamentos de manera ilegal, sin habilitación de farmacia y sin habilitación municipal. Estos ilícitos representan un enorme riesgo para la salud pública.

A raíz de ello y con la información obtenida, el Juzgado de Garantías Nº 5 a cargo del Dr. Julián Busteros, ordenó dicho allanamiento por pedido de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio nº 5 Descentralizada de Florencio Varela del Departamento Judicial de Quilmes a cargo del Dr. Hernán Bustos Rivas.

Esta investigación contó con la colaboración del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires y del personal del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, para cumplimentar las medidas judiciales.
Durante el procedimiento, fue imputada en principio una persona del sexo femenino empleada del lugar y se dispuso el secuestro de todos los materiales vinculados al expendio de las sustancias no autorizadas, y toda la mercadería en infracción, entre ellos sustancias psicotrópicas, utilizadas en tratamientos de padecimientos psíquicos o neurológicos, medicación oncológica, insulinas y derivados.

La fiscalía actuante imputó al responsable del lugar quien se encuentra prófugo por el de suministro ilegal de medicamentos, que están tipificados en los artículos 201 y 204 del Código Penal de la Nación.
Respecto al inmueble en cuestión, tras la inspección realizada el mismo fue clausurado, por las irregularidades detalladas y en razón de carecer de habilitación correspondiente. Los elementos secuestrados quedaron a disposición del magistrado interviniente.

 La denuncia
El caso se inició en septiembre, tras una denuncia realizada por el representante de una de las empresas productoras de medicación veterinaria, quien aseguró que al menos seis farmacias con laboratorio propio, que elaboran y venden medicación para uso humano a veterinarias, para ser aplicada a animales domésticos.
A partir de la denuncia, se pudo determinar en qué comercios se vendían remedios para humanos que eran usados en animales, algo potencialmente dañino. En su mayoría se trata bade medicación oncológica y antibióticos. La fiscal Massaglia imputó penalmente a los responsables de los establecimientos.