Desde las más pequeñas hasta las jóvenes del grupo brillaron en la pista con atuendos confeccionados para narrar historias no solo mediante coreografías sino la música de cuentos de hadas en un evento para despedir el 2022 en las instalaciones deportivas del barrio Santa Rosa.
Andrés Watson -intendente- arribó para la apertura de las piezas solistas a cargo de Bianca Nievas y Ludmila Cruz, quienes obtuvieron el sexto y cuarto puesto a nivel nacional respectivamente.
Nievas, preparada para su presentación, comentó: «Me gustó el patinaje desde un principio, me dio muchas alegrías. A diario, resultó una forma de despejarme. El deporte más lindo». Al referirse a su vestuario, explicó: «En esta oportunidad, elegimos el color blanco para que la gente pudiera sentir la alegría».
Luego, fue el turno de una puesta en escena que requirió de las más de 30 patinadoras junto a sus tres docentes: al comienzo, por sus edades, conformaron tres grupos; pero la melodía las unió en dos círculos que abrían y cerraban con los compases.
Camila Rivero, oriunda de Pista de Trote, celebró con esta muestra una década dedicada a la disciplina de la que “mucho no sabía, empecé por una cuestión de salud y desde ese entonces no paré”. “Fui la primera alumna de esta escuela», reveló orgullosa con sus 16 años de edad.
Por último, Agustina Cañete habló sobre los nervios previos y la importancia del compañerismo a la hora de enfrentarlos. En ese sentido, manifestó: «Bailar siempre me encantó, sobre todo las figuras y saltos». Por otro lado, aseguró: «Contar con espacios gratuitos para nuestras prácticas nos representó una gran ayuda».
Tras proyectar un video institucional con imágenes de lo transcurrido tanto en competencias como en entrenamientos, inició un segundo acto: las 12 princesas bailarinas. Como en un cuento separado por capítulos, comenzaron a aparecer para interpretar con sus movimientos las fantasías relatadas en la niñez.
Estuvo presente el secretario de Cultura y Deportes, Mauricio Rodríguez.