Sentados en la vereda de Presidente Perón y Monteagudo Peatonal en el centro de Florencio Varela, entre kilos de cartón y bolsas de nylon que recogieron durante el día, Alejandro (28), el primero en acceder a hablar con La Colmena mientras se toma un descanso para seguir con su rutina, dijo que: “ Hace un año que trabajo como cartonero, en el 2021, reciclamos y juntamos, así mantengo a mi familia. Es como un trabajo cumplo un horario junto a mi primo, Samuel (25) mi compañero.
El trabajo de cartonero es cansador y arrastrar el bolsón repleto durante todo el día, lo es más. Sin carro Alejandro, pero con bicicleta, y Samuel con carro, siguen trabajando honradamente durante todo el día, porque eso es lo que les permite llevar un plato de comida a su hogar.
Alejandro y Samuel viven en Villa Vatteone, en la zona del hospital Mi Pueblo, dicen que ganan por semana $ 6.000 y que “hay muchos carreros, cada vez más somos en Florencio Varela y la pobreza en el país es muy grande. Ya que no hay trabajo formal tratamos de llevar un plato de comida a nuestra familia, preferimos ser carreros que estar “encerrados, ni nada de esas cosas raras” y hacer cosas que no debemos como “rastrear celulares”. Como tiene que ser, acotaron.
“Es un trabajo digno, es lo que elije cada uno. Así podemos pagar la luz, cubrir los gastos, el alquiler y darnos un gustito. Llevarlos a nuestros hijos a la plaza a tomar un helado y eso”.Vivimos el día a día . Todos los días son iguales para nosotros”, señalaron.
Cumplen con la jornada laboral que va de 12 a 14 horas, desde 7 a 22, de lunes a lunes, con lluvia, frío o calor.
“Nosotros salimos a buscar la moneda. Sino, no comemos. Con lo que ganamos compramos alitas y milanesas de pollo. Lo importante como se dice es tener la “panza llena” y así está el corazón contento”, razonaron los jóvenes cartoneros.
Además contaron, que “Hay poca gente que nos ayuda, algunos mercados nos dan carne, otros pocos vecinos mercadería o ropa. Hoy juntamos en la calle 5 bolsones, a veces hasta 9, pero otras 2 . No son todos los días iguales. Nos gustaría vivir mejor, pero sobrevivimos como recicladores”.
Alejandro agregó, que: “Lo único que quisiera es tener una ART para mis hijos”. Nosotros nos arreglamos, pero aclararon que ” No cobramos nada, ni siquiera el IFE. Nos gustaría que nos brinden una mano. Nosotros también somos contribuyentes”.
También aclararon , que: “su trabajo anterior fue ser camionero, pero se venció el registro, en el 2016. Ya no me sirve para nada. Me impide volver a conducir un camión. Por eso trabajo como recuperador independiente desde hace un tiempo”.
Veo que hay gente ni siquiera hace nada ni recicla ni sale a laburar y que cobra un plan y no hace nada. Es injusto. Estamos a agradecidos de juntar cartones y lo ordenamos. Seguimos para adelante». Admite Alejandro no ganar demasiado, pero que al menos le alcanza para alimentar a sus dos hijas. Sin embargo, dijeron que: «a lo mejor conseguimos algo mejor”.
La situación económica actual del país -un índice de pobreza que alcanzó los 37,3% puntos- con una alta inflación donde los precios están por las nubes y el margen de compra se vuelve cada vez más estrecho.
Alejandro y Samuel se enfrentan con la dura realidad, pero día a día sobreviven con el cartoneo en Florencio Varela, para llevar a su familia todos los días un plato calentito de comida.
(H.D)