«Pensá que un día vas a una fiesta, hay mucha gente, hay música, querés pasarla bien. Te reis con otros y te dan vasos y tomás, porque estás en una casa que es enfrente de la tuya, no hay riesgos. Pensás que no hay riesgos y deberías tener razón.
Te mareas, no entendés mucho, te sacan de ahí y sentís miedo pero no podés reaccionar, y muchos tipos (si sos hombre imagínate lo mismo) empiezan a usar tu cuerpo ignorando con alevosía que ese cuerpo te implica, negándote, sufriendo, desarmándote. Ves que se ríen, se burlan, te usan y no podés zafarte por las cosas que le pusieron a ese vaso que agarraste pensando que estabas enfrente de tu casa, y no deberías haber corrido riesgos.
Cuando salís de esa situación, dolorida, avergonzada, llena de miedo e impotencia, te apoyás en tu familia y partida, buscás justicia. Una justicia que se alenta y mientras tanto tu familia y vos son amenazadas por la misma gente que ya te jodió la vida. ¿No les alcanza con lo que ya te hicieron?
Se te pide fuerza, entereza, y no podés, porque ya conociste en carne propia todo el mal del mundo. Te ves frente a paredones de burocracias y el Estado te manda a esperar. La justicia, el municipio, la provincia, todos, te dejan en la sala de espera.
Llegaste hasta acá y no podés más, no querés más, seguís dolida y partida y te siguen haciendo todo difícil, todo es cuesta arriba. Y decidís terminar con eso porque la espera es eterna, y esa sala de espera sólo te hace revivir lo que no aguantás más.
Imagino algo así cuando pienso en Paula, y siento que todos los que la dejaron esperando deberían sentirse avergonzados y pedirle disculpas tardías, ya sin sentido.
Todos sabemos quién es ella ¿Todos sabemos quiénes son los acusados? Lo poco que hicieron no alcanzó, y no soportó la espera para que la Justicia le diga “si, tenés razón, y estos tipos tienen que pagar”. A Paula la mataron los que la quebraron, los que la hicieron esperar, los que no la leyeron ni escucharon más allá de lo dicho.
Esto que escribo es más una reflexión dolida porque en un contexto festivo una mujer que no aguantó más se nos fue. Imagino que si decimos que el municipio no estuvo a la altura saldrán a mostrar sus intervenciones o sus apoyos, pero si este fue el resultado, desde ya no fue suficiente ni atinado.
Duele ver que nuestro distrito se litiga entre estos dolores y los encubrimientos de redes de trata, las mujeres de Varela no tenemos nada que festejar. Nos duele Paula, y mucho», finalizó la precandidata a concejal por la UCR local
Carina Velo.
Jésica Cirio habló de Martín Insaurralde: «Cuando me enteré lo que pasaba, me descompuse»
La conductora dio detalles del vínculo que mantiene con su ex marido luego del escándalo del Yategate. Jésica...