Ocurrió en la Unidad 31 de Florencio Varela. La protagonista fue una mujer de 52 años. Los agentes penitenciarios de la oficina de requisa incautaron el teléfono móvil. Desde la semana pasada los presos bonaerenses pueden tener celulares, pero debidamente registrados
Una mujer de 52 años intentó ingresar un teléfono móvil a una cárcel de Florencio Varela para su hijo oculto en un paquete de un kilo de sal fina, pero la maniobra fue descubierta por personal penitenciario.
El incidente sucedió este sábado en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Bonaerense cuando la mujer se presentó con mercaderías para entregar a su hijo, un joven de 26 años, procesado por el delito de robo agravado.
Los elementos fueron revisados por los agentes de la oficina de requisa, y en una caja de un kilo de sal encontraron un celular.
Los agentes dieron intervención a las autoridades de la cárcel y de inmediato se dispuso el secuestro del aparato, debido a que se trata del intento del ingreso de un celular de manera clandestina.
Como se recordará, desde la semana pasada entró en vigencia el protocolo del uso regulado de celulares en las cárceles de la provincia de Buenos Aires tras lo resuelto por el Tribunal de Casación bonaerense, en respuesta a la suspensión de las visitas por la pandemia del COVID-19.
Así, los familiares de los privados de libertad pueden aportar un celular para los internos, el que queda registrado y solo se permite su uso en las celdas y sin la utilización de redes sociales salvo el Whatsapp.
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