“Las discusiones internas – para la tribuna – entre la Ministra de Seguridad Nacional Sabina Frederic y el Ministro bonaerense Sergio Berni días atrás, nos dejaron un saldo negativo en materia de seguridad ciudadana. Y mostraron como el gobierno nacional y provincial naufragan en la incertidumbre total, mientras en la calle los delincuentes están matando a nuestras familias y policías”… “Las disputas ideológicas y territoriales de ambos no se hacen eco de uno de los principales reclamos de la gente: la inseguridad”. Maximiliano Bondarenko Ex Comisario Inspector y Jefe del Comando de Prevención Comunitaria de la Ciudad de La Plata y La Matanza respectivamente. Actual Concejal y Presidente de la Comisión de Seguridad de Florencio Varela, analiza la inseguridad en la provincia.
La seguridad ciudadana, un tema tan sensible require una estrategia y un plan serio, en la situación en la que nos encontramos no podemos perder tiempo en peleas por la presencia o retiro de fuerzas federales como Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina en nuestros municipios. Dado que genera mucha preocupación en los vecinos, la policía, los comerciantes y empresarios. Aumenta la tensión en los Intendentes, las fuerzas y su entorno.
No me abstraeré para describir donde estamos parados de la crisis económica, la pobreza y la falta de empleo, la pérdida de ciertos valores, el resquebrajamiento en el sistema educativo, cultural y la naturalización de la violencia de nuestra sociedad. La expansión de las villas de emergencia y asentamientos donde la ausencia del Estado es aberrante, lleva a muchos jóvenes y adultos en situación de vulnerabilidad a tomar como única posibilidad de ascenso social o subsistencia la venta de estupefacientes o la comisión de otros delitos. En definitiva la problemática va en aumento y ello se refleja en crecimiento de la superpoblación carcelaria y la cantidad de denuncias diarias.
Hace años que se disimula una superpoblación alarmante en cárceles, alcaidías y comisarías, con la peor crisis humanitaria, de seguridad y violación de los derechos humanos nunca antes vista. Convirtiéndolas en bombas que pueden estallar en forma de motines en cualquier momento. En este cuadro de crisis donde la tasa del delito es altísima y los funcionarios entretienen con discusiones ideológicas y partidarias a su público, la gobernación está promoviendo bajar las penas a la mitad.
En los centros de detención aumentarán la salidas transitorias, debido a una Resolución de la Suprema Corte provincial que promueve en función de la “Emergencia Humanitaria”, que los jueces dejen libres a quienes hayan cometido delitos leves. Muchos ladrones, narcotraficantes y asesinos que tienen que estar presos o detenidos se encuentran en la calle cometiendo nuevos y más delitos. Existen otros que aún no tienen prontuario y los menores “tutelados” por la Ley Penal Juvenil, no tienen contención, ni cuentan con programas de reinserción en la sociedad u algún tipo de seguimiento. Por lo tanto muchos vuelven a reincidir creciendo bajo la cultura de violencia, el alcoholismo y el resentimiento contra un sistema que los abandona, donde las drogas va terminando con sus vidas día a día.
A las dificultades que padece el sistema carcelario se suman las trabas de la justicia, abarrotada de causas y con miradas opuestas en la aplicación de la ley. El “abolicionismo” Vs “mano dura” alimenta la ridícula burocracia enmascarada en el “garantismo”, y recrudece al instante la triste realidad por la que atraviesan los policías tratando de interpretar los diferentes criterios de formulación de la prueba, la aplicación de la ley según el turno y las pocas ganas de trabajar e investigar del fiscal o juez que salen sorteados. En síntesis, se manifiesta una vez más la falta de eficacia, celeridad y eficiencia, generando un sistema de puertas giratorias que impacta de lleno en las familias que viven encerradas en sus casas por temor a ser robados, asesinados o bien las mujeres abusadas.
Los policías en tanto se han convertido en mecánicos expertos en reparar sus móviles, atar con alambre los paragolpes, conducir los patrulleros sin frenos, con vidrios rotos o sin ellos, las cubiertas muy desgastadas, sin luces ni balizas y muchos otros detalles que los bonaerenses vemos a diario y nos sorprenden en cada operativo donde además son maltratados.
En este sentido digo que la supervivencia es el sello y marca de una policía que tiene además sueldos bajísimos, una excesiva carga de servicio y una compensación por recargo de ese servicio, que es equivalente a una hora extra a un valor de $40, donde solo puede hacer un máximo de 120 horas, lo que significa una irrisoria suma de $ 4.800 pesos más al salario, dnero que utilizan para comprar el equipamiento reglamentario para luchar contra los delincuentes. En tanto el personal de apoyo cobra la mitad del valor de esta hora $20 pesos. En definitiva sin criterios lógicos y sin sentido común, aún no se han tomado acciones contundentes para la prevención del delito. Y no nos puede extrañar viniendo de un Ministro de Seguridad que en 2014 cuando estaba al frente de la Secretaría de Seguridad de la Nación Berni manifesto… «Como dijo Pablo Escobar no hay posibilidades matemáticas de que la policía le gane al narcotráfico». Aceptando su fracaso al frente de la cartera.
Si las cárceles son universidades de la delincuencia, sin resocialización posible para los reos como lo establece nuestra Constitución Nacional. El Patronato de Liberados es un sistema casi inexistente, carente de personal y sin recursos para controlar a la enorme cantidad de libertades condicionales, donde los empleados deben comprar las resmas de papel para poder trabajar. Hay ausencia de Códigos de Convivencia para regular los problemas y faltas menores que llevan a problemas mayores y actos de violencia. La Ley Contravencional es arcaica como el Código de Faltas de la Provincia de Buenos Aires y que en algunos distritos ante falta de Juzgados de Paz es aplicada por la Justicia Correccional que poco la conoce. ¿Qué es lo que Sabina Frederic y Sergio Berni están discutiendo con tanto ego? ¿Para qué otros delincuentes la inseguridad es un negocio rentable?
Escuche que han puesto en la agenda legalizar las drogas blandas como el canabis y otras drogas duras como la cocaína y quieren despojar de sus armas reglamentarias a los efectivos. Ninguna medida urgente que en el corto y mediano plazo que proteja la seguridad de la gente. Los funcionarios a través de su forcejeo mediático solo marcaron las fragilidades políticas e institucionales de una coalición electoral que no es homogénea y está llena de fisuras.
Tras haber estado al frente de la seguridad ciudadana en diferentes municipios, he aprendido que el requisito indispensable en esta materia es la certeza. En ese sentido para llevar adelante un plan de acción es indiscutible el liderazgo, la determinación y la claridad en las decisiones. Estar comprometido con la dirección del camino elegido para alcanzar los objetivos y metas propuestas. Con esas certezas hemos convocado a participar de un dialogo abierto y sincero, llegando a consensos solidos con cada uno de los actores en el entramado político institucional, social y los componentes del sistema de seguridad para poner en marcha una política pública eficaz en la Municipalidad de La Matanza. Allí tuve el honor de liderar el Comando más grande de nuestra provincia, donde logramos bajar la tasa delictiva y recuperar el vínculo entre la gente y la policía.
Cualquier cambio que se quiera promover y que persista, tiene que nacer por la línea más baja, desde el denominado “vigilante” (hombre o mujer). Puesto que son ellos quienes calman y cambian la percepción de los vecinos que son personas de bien. A ese trabajador, ese policía le debemos la capacitación, la formación, el acompañamiento y las medidas más importantes en materia de seguridad. Porque la convicción y convencimiento respecto de la política de seguridad será trasladada a los ciudadanos, dándoles la tranquilidad y las certezas que necesitan.
Por ultimo digo que es tiempo medidas concretas, el Estado debe dar respuestas sin vacilaciones de una vez contra la delincuencia. Nos llama la hora de acabar con los discursos vacíos y la politiquería. La protección de los bonaerenses es lo importante donde el límite entre la inseguridad de nuestros vecinos y el delincuente, es el policía que nos cuida en las calles de nuestros municipios.
Prensa – Maximiliano Bondarenko
Concejal – Bloque por el Diálogo
Presidente de la Comisión de Seguridad
Ex Comisario Inspector, Jefe del Comando de Prevención Comunitaria de la ciudad de La Plata y La Matanza