Basura y falta de educación. Eso es lo que predomina en la zona bancaria de Florencio Varela, según pudo comprobar La Colmena en una simple recorrida que realizó por el lugar, donde están ubicados la mayoría de las financieras. Las razones son varias: falta de limpieza e instalación de tachos de basura por parte del municipio, mal servicio de la empresa de residuos y las transgresiones de los habitantes.
En las descuidadas colectoras de las avenidas San Martín, Presidente Peróny alrededores se observa todo tipo de residuos desde botellas vacías de gaseosas, colillas de cigarrillos, papeles de golosinas, pañuelos descartables, y demás restos de basura. Agregado a la mugre acumulada en los cordones y escaleras del bajo a nivel que llega hasta Eva Perón. Un asco. Parece que ningún funcionario del municipio camina por el lugar, donde también se deposita la basura que generan algunos negocios.
Para colmo, la comuna no coloca basureros, si bien pueden ser una solución para que la suciedad no se acumule tanto en las colectoras como en sus alrededores, y se ponga cierto orden. ¿Cuánto le costaría al municipio instalar media docena de tachos? con alguna inscripción como «Tira la basura en el tacho, no en el suelo» para concientizar, responsabilizar y educar al ciudadano y hacerlo parte de mantener limpio el sector para lograr un ambiente sano y sustentable.
Todo vecino que pase por allí le da tristeza ver esa postal de dejadez por parte de nuestros funcionarios.
Cuando termina el movimiento bancario, a la tarde temprano, después de las 15 horas , observó La Colmena los residuos esparcidos por todos lados. Esta situación verifica que el barrido y la limpieza no se cumplen regularmente por parte del municipio. Por lo visto tampoco, el mensaje de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable -Beatriz Domingorena- a los jóvenes del Voluntariado Ambiental, que los adoctrina a llevar adelante una «revolución ambiental»,y que « todos los días se propongan a ejercer acciones tendientes a cuidar el planeta», pero parece que no tiene eficacia en esta zona de gran movimiento, porque el arrojo de residuos están al orden del día. Algo que repercute directamente en la alicaída imagen del distrito.
El reciente aumento, de 35% del impuesto de ABL despertó el enojo de muchos vecinos, pero esperan que esa suba no sea en vano y las calleas y cordones no sigan sucias.
Pero el tema de arrojar basura también es una cuestión de buena educación medioambiental.
La Colmena vió una señora de 50 años tirar un paquete de cigarrillos vacío en la vereda del banco Galicia. Sin darse cuentas, quizás, que arrojar desperdicios al suelo, es una responsabilidad de todos.