Desde hace varias semanas habitantes del Cruce Varela, más concretamente circundantes con la Universidad Arturo Jauretche, han tenido que aprender a vivir al lado de la basura, con las consecuencias que ello puede traer y el penetrante olor a podrido que desde lejos se percibe.
Los habitantes de la comunidad ya no quieren hablar, dicen que “para qué”. Desde hace semanas comenzaron a tirar y depositar tanto los particulares como los carritos basura, mientras tanto los camiones recolectores del municipio brillan por su ausencia.
Los terrenos linderos a la UNAJ se encuentran con numerosos montículos de basura de todo tipo, y la zona se ve afectada en mayor grado, ya que solo unos metros son los que los separan de la basura.
A la fecha no existe control sobre el tipo de desechos que se tiran en la vìa publica de la mencionada zona del Cruce Varela, por lo que los habitantes son afectados constantemente por fauna nociva que desde la basura se reproduce, sin embargo, no hay la certeza de que en el futuro inmediato puedan retirarla.