Se trata de Mateo Villamayor, de tan solo 25 años, quien estaba de civil e intentó defenderse con su arma reglamentaria.
Mateo Villamayor tenía todo planeado: salió de su puesto como gendarme en Florencio Varela rumbo a la casa del tio de su mujer, Victoria, en Isidro Casanova, donde se encontraba ella esperándolo. Él estaba vestido de civil y la ocasión así lo ameritaba, ya que era el primer aniversario de casado que iba a pasar con su pareja. Pero todo terminó al llegar al domicilio.
Al bajar del auto, un Gol Trend, el gendarme de tan solo 25 años fue interceptado por dos delincuentes que intentaron asaltarlo. Villamayor solo llegó a sacar su arma cuando recibió un preciso y certero balazo en el pecho. Personal de la Policía Bonaerense lo trasladó en un patrullero al hospital Paroissien de Isidro Casanova, pero ya había fallecido.
El gendarme fue asesinado enfrente de la casa de sus parientes, ubicada en la calle Mi Esperanza al 4100 del barrio San Alberto de Isidro Casanova, a las 21.30 del domingo. En la escena del crimen los investigadores encontraron cuatro vainas calibre .40 y el arma reglamentaria de Villamayor. Según la autopsia, uno de los tiros le atravesó un brazo, entró por un costado del tórax y salió por el otro.
Al asesinar al gendarme, los dos delincuentes –los familiares sostienen que era un grupo de cuatro personas que estaban en la esquina cuando Villamayor llegó al domicilio- escaparon, pero horas después uno de ellos, de 26 años, fue detenido luego de varios operativos que tuvieron lugar en la villa San Petersburgo, donde fueron demorados seis jóvenes.
El crimen de Mateo Villamayor, quien además era padre de una nena, quedó en manos de la UFI Temática de Homicidios de La Matanza a cargo de José Luis Maroto.